HOSPEDERÍA DE HERRERA DEL DUQUE

Ubicación: HERRERA DEL DUQUE, BADAJOZ, ESPAÑA fecha: 2010 Status: CONCURSO Cliente: CONSEJERÍA DE CULTURA Y TURISMO Superficie:  3.874M2 Presupuesto:  6.820.100 EUROS Premios: FINALISTA CONCURSO DE IDEAS 2010 Exposición: PALACIO DE CONGRESOS DE MÉRIDA (2010)

La parcela objeto del concurso se sitúa al sureste del núcleo urbano de Herrera del Duque, en el límite donde el suelo urbano se funde con el paisaje. La hospedería no puede ser ajena a esta situación y debe responder a esta dualidad trasladando a los usuarios desde un ámbito urbano de carácter público a un ambiente natural y sosegado, donde poder disfrutar del descanso y la intimidad inmersos en la tranquilidad del paisaje circundante. 

Se propone configurar un nuevo espacio urbano, una plaza, donde antes estuvo el espacio de relación del convento para, desde ahí, maximizar el perímetro edificado, enfocando el paisaje,  y adecuar su perfil a la quebradiza silueta del borde urbano, reduciendo así el impacto visual en el conjunto de la localidad desde la visión lejana.

Para ello la sección de la propuesta aprovecha el desnivel existente en la parcela, para acomodar y organizar el programa de forma clara: la planta inferior alberga las zonas comunes de la hospedería y los espacios de servicio, permitiendo liberar la totalidad de la planta superior para desarrollar el programa de alojamiento.

En la planta inferior, de carácter estereotómico, los espacios públicos de relación se abren hacia la nueva plaza y se acotan mediante las propias piezas de servicio.

En la planta superior, de carácter tectónico, a caballo entre el volumen de la iglesia y el paisaje del castillo, se apuesta por un espacio continuo, sin largos pasillos de habitaciones, un entorno tranquilo para el disfrute de los clientes donde se integran pequeños salones acotados por las unidades de alojamiento.

La disposición sinusoidal de las unidades de alojamiento permite maximizar el frente de parcela en contacto con el paisaje, aumentando el número de habitaciones que disfrutan de las formidables vistas.

Esta planta configura un perímetro escalonado donde, del mismo modo que los espacios sombreados de los soportales tradicionales, unas terrazas permiten controlar el asoleamiento y configuran espacios protegidos desde los que contemplar el paisaje.