Proponemos una envolvente técnica, que contenga las soluciones constructivas, técnicas y estructurales del edificio, utilizando como contra-molde, la estructura muraria actual de la edificación.

La distensión de la fachada con esta piel permitirá ocultar las pequeñas piezas de servicio (espacio poché), que se someten a la configuración y secuencia de los espacios principales, permitiendo una organización versátil y funcional del programa.
Este espacio intersticial se configura como el principal material de proyecto, y permitirá resolver todas las necesidades del edificio: trazado de instalaciones, nueva estructura prevista, almacenamiento y archivo, protección solar,… Este recurso constructivo configura un contenedor flexible y cambiante que  permite la realización de todo tipo de actividades y puede adecuarse a los distintos requerimientos que con seguridad surgirán a lo largo del tiempo.